domingo, 26 de julio de 2015

Fuerza y valor

A veces encuentro por Facebook cosas que me daría miedo compartir al plantearme como reaccionaría la gente. Entonces me digo que si tengo ese miedo, debería de compartirlo. Que los miedos se vencen enfrentándose a ellos. Pero el problema es que mientras decido si pesa más el miedo o el valor desaparece de mi vista la única cuestión que debería de importar: ¿quiero compartirlo realmente?

A todo el mundo nos gusta que nos elogien; y que te digan que eres fuerte y valiente son elogios. Pero creo que principalmente son rasgos de personalidad, y la verdad es que no me identifico con ellos. No es cuestión de que yo sea o no fuerte o valiente, sino que no es algo que desee ser. Y eso no quita que acepte el cumplido por que el hecho de que te elogien en si, independientemente de lo que te digan suele ser signo de afecto.

Es como con el aspecto: Si la gente dice que le gusta tu apariencia seguramente te hará sentir a gusto y te hará sentir bien, pero eso no significa que sea la que tu prefieras ni que desees mantenerla. Yo no quiero ser fuerte ni valiente, por que cuando he de tomar decisiones siento que estas características no son mías y que me hacen perder mi personalidad.

Pero son necesarias ¿no es cierto? Debes de tener el valor y la fuerza de para enfrentarte a los problemas de la vida. Debido a la ausencia de ello no me atrevo a veces a hacer las cosas más sencillas: comprar una camiseta, o un producto de belleza, o un sencillo juguete,... decir lo que pienso, o incluso acercarme a la gente. ¿Debería por tanto ser fuerte y valiente para vivir mejor?

Pues yo creo que no. Que sea una necesidad no significa que tenga que ser parte de mi. Creo que a veces usamos la fuerza y el valor como forma de ignorar las cosas que están mal. Cuando alguien no logra ciertos objetivos, o no se atreve a intentarlo, lo achacamos a que le falta carácter, voluntad o valor, y no nos paramos a mirar los problemas que ha tenido para hacerlo. De esta manera diculpamos aquellas barreras que no deberían estar ahí, poniendo el foco en la víctima.

La fuerza y el valor se han usado en la historia para forzar a la gente a muchas cosas: Para enviarla a la guerra. Para hacerles sacrificarse por el grupo, la nación, la religión. Para hacer que actúe como la sociedad espera de ella. Si no lo hace así, se les puede acusar de cobardía, o de ser débil. Como en la película de "las cuatro plumas" en la que un hombre es acusado de cobardía sin que sus razones para no ir a la guerra sean tenidas en cuenta.

Así que en mi opinión, si bien el valor y la fuerza se pueden ver en ocasiones como algo positivo, yo quiero defender también la cobardía y la debilidad, por que en un mundo ideal no deberían de ser más que diferentes formas de ser, todas ellas completamente válidas.

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