martes, 5 de agosto de 2014

El sexo débil

Lo lamento, pero por más que se empeñe la sociedad, no puedo considerar a las mujeres como el sexo débil. También en eso he fallado como "hombre". Quizás alguno lo considere como un rasgo feminista, pero no es así. Es casi lo opuesto. Me es imposible ver la fuerza física como una desventaja general de las mujeres en los casos de maltrato, agresiones, deportes,... Si reconozco que de media las mujeres son físicamente más débiles que los hombres. Simplemente no las veo más débiles que yo mismo.

Esta noche (en la que empecé a escribir, no en la que publico) creo haberme dado cuenta de uno de los motivos. La culpa la tuvo probablemente una chica de mi edad, a quien no conocí en las clases sino en una actividad extraescolar que hacíamos después en el mismo colegio: judo. Eramos pocos en esa clase. Solo recuerdo a cinco personas en los últimos años, incluyéndome a mi y al profesor, a la hora a la que yo iba. Pero en este artículo solo hablaré de ella.

Si tuviese que definirla con dos palabras, estas serían "princesa guerrera". Quizás exagere mis recuerdos, pero lo que ha quedado en mi memoria es fuerza, voluntad, energía, amabilidad, nobleza,... No recuerdo más que buena actitud y, naturalmente, mayor habilidad que yo en este deporte (a parte de interés y dedicación). Digo "naturalmente" por que no era ella la única más hábil que yo en este deporte: todos lo eran. Pero en el último año que recuerdo, ella era junto conmigo la mayor, y por ello mi modelo a imitar.

Si en este momento a alguno de vosotros se le ha pasado por la cabeza que estaba enamorado de esta chica, he de deciros que esta es una de las cosas que más odio de esta sociedad. No es culpa vuestra, por supuesto, la suposición es válida. Es simplemente la idea de que entre hombre y mujer solo pueda haber una relación de atracción lo que me repugna, por que yo mismo me lo llegué a creer, y aún hoy me cuesta acercarme a las mujeres a causa de ello. Siempre pienso que de alguna manera mi interés por ellas responde a motivos que no debería. Quiero decir: si hay una chica que tiene novio y me encuentro con que me gusta estar con ella, en seguida me siento mal por creer que estoy haciendo algo incorrecto.

Para ilustrar el por qué se que no me había fijado en ella físicamente, recurriré a una anécdota. Cierto día me quejé de que yo no pudiese usar camisetas en judo bajo el kimono. Y no solo eso, sino que lo comparé con el que a ella si se le permitía usarla. Fue ella la que tuvo que hacerme ver que el motivo era que ella tenía pechos y yo no. Para mi ella no era más que otro compañero más y, evidentemente, no la veía de otra forma.

Pues bien, a causa de esta chica (entre otros motivos, supongo), no puedo ver a las mujeres como seres débiles a los que proteger. Ella era mucho más valiente que yo, quien no tenía interés alguno en competir, en ganar o tan siquiera en superarme a mi mismo. Que me sentía intimidado por mis compañeros más mayores en los primeros años en los que los tuve. Que prefería jugar, a hacer llaves y ejercicios, y odiaba las competiciones y eventos deportivos. Ella me ganaba en cada aspecto de este deporte, y por estos motivos nunca podría verla como alguien con desventaja frente a mi. Como alguien a quien proteger. Más bien al contrario.

Me hace gracia cuando las feministas se quejan de la falta de referencias femeninas en la cultura e historia, que las mujeres puedan tomar como modelos en las que inspirarse. Entre mis héroes hay tanto hombres como mujeres, y todos ellos han sido personas de mi entorno, o personajes de ficción: Mi madre, un amigo de la infancia, Bella,...

Creo que esta chica es uno de ellos.

2 comentarios:

  1. Me gusta esta entrada, me parece una explicación muy acertada =)

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    1. Muchas gracias Lady Shadows. Justamente ayer tuve un mal día. Nada importante realmente, pero me animó mucho leer tu comentario antes de acostarme.

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